El "Día Escolar de la No-violencia y la Paz"

y la educación en valores

 

por

Llorenç Vidal

 

 

Son numerosos los educadores y los teóricos de la educación que hablan actualmente de educación en valores y llegan a dar la impresión de que la educación en valores es algo nuevo, una especie de educación distinta y de la que ellos son detentores, cuando, si miramos retrospectivamente la realidad educativa a través de los tiempos, nos damos fácilmente cuenta de que toda educación -aunque no se usara esta terminología- ha sido siempre, de una o de otra manera, una educación en valores, ya que en todo momento y en todo lugar la educación, al tener como una de sus finalidades fundamentales la integración del educando en las sociedades constituidas, ha buscado, implícita o explícitamente, el objetivo tácito o expreso de conseguir que todos y cada uno de los educandos participen de los bienes en los que se asientan dichas sociedades, asuman y asimilen su escala de valores y la reproduzcan y perpetúen produciendo bienes para la vida y para la posteridad. De modo que no se trata tanto de educar en valores, ya que, consciente o inconscientemente, siempre que educamos lo hacemos en unos determinados valores reales o ficticios, como de plantearnos de una forma seria en qué valores educamos realmente.

 

Tal vez lo que aporte la nueva pedagogía de los valores sea una reflexión filosófica más profunda sobre el tema y, junto a su mejor conocimiento, una restauración del sentido de la formación de la conciencia ética individual sobre la base del desarrollo del criterio personal, la vivencia y la estimación personalizada de los valores y la responsabilización individualizada en la producción de bienes, frente a una instrucción educativa -con una metodología más o menos activa y más o menos intuitiva- en una escala de valores indiscutible por el simple hecho de ser la escala de valores dominante en la sociedad monopolizadora de la educación. Esto ha producido, de una parte, la renovación de las escalas tradicionales por la crítica de los valores aparentes y por la integración de nuevos valores, y, de otra, la aparición de escalas alternativas -la mayoría de las veces más teóricas que prácticas- que buscan, por medio de la educación, la implantación de nuevas formas de sociedad y de comportamiento.

 

Y algunos de los nuevos valores que, en uno y otro caso, se han afirmado en la perspectiva axiológica de la educación han sido los valores de la paz, la no-violencia (actitud de renunciar a matar y a dañar a los demás seres por medio del pensamiento, la palabra y la acción), y la fraternidad universal, con sus derivados la compresión interpersonal, la solidaridad, el interculturalismo, la tolerancia y el respeto a los derechos humanos, conjunto de valores que constituyen la esencia íntima del "Día Escolar de la No-violencia y la Paz" (DENIP), desde su fundación en 1964. Es por esto que podemos afirmar que la práctica anual del DENIP (30 de enero, aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi, y 30 de marzo o días próximos en los calendarios escolares propios del hemisferio sur) y la continuación de su mensaje por medio de una educación no-violenta y pacificadora a través de la labor educativa de todos los días son una práctica real de la educación en valores. Y, en consecuencia, deben integrar en un todo vital los aspectos de conocimiento, formación de la conciencia ética, vivencia, estimación y apreciación de los valores, así como la ejercitación y la responsabilización en la producción individual y colectiva de bienes para la vida.

 

¿Cómo conseguir esta integración educativa vital? Por medio de procedimientos autoeducativos adecuados, tales como, entre otros, la intuición inmediata o mediata, el análisis, el diálogo, la comparación, la reflexión, la meditación, la síntesis y la aplicación de bienes educativos, hasta llegar a adquirir el sentido de los valores en sí, para que este sentido de los valores -grabado en nuestro pensamiento, nuestro sentimiento y nuestra acción- nos ayude a construir nuestro propio carácter. No olvidemos, como afirma Josef Göttler en su "Pedagogía Sistemática" (siguiendo la refundición del Johann B. Westermayr y la versión española de Juan Tusquets), que "la capacidad de apreciar valores (más amplia que la clásica facultad estimativa) no es más que la sensibilidad ante sus diversas clases. Cuando llega a ser continua, habitual, se denomina sentido de los valores. Y cuando se graba en el alma, como los trazos de cincel en el mármol o en el bronce, constituye el carácter".

 

"Día Escolar de la No-violencia y la Paz". Educación no-violenta y pacificadora. Educación en valores. Tres conceptos pedagógicos indiscutiblemente complementarios. Tres vertientes interrelacionadas para una educación que contribuya a formar un ser humano y una sociedad mejores.

 

Llorenç Vidal

 

 

(Última Hora, Palma de Mallorca, 29 de enero de 1997

Escuela Española, Madrid, 30 de enero de 1997)

 

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