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"RÉQUIEM EN TETUÁN"

DE AHMED MOHAMED MGARA

 

por

Llorenç Vidal

 

 

Ahmed Mohamed Mgara es en la actualidad uno de los más destacados hispanistas marroquíes, un fecundo escritor y uno de los mejores puntales de la presencia andalusí en el hermano país norteafricano.

 

Nacido en Río Martín -Martil en la actualidad-, a 9 kilómetros de Tetuán, en 1954 e hijo del archivero Mohamed Mgara (1913-1990), después de sus estudios primarios y secundarios en Tetuán, donde reside, realizó los universitarios en Málaga y en Granada, en las ramas de Ingeniería Técnica Industrial y Graduado Social.

 

Articulista muy prolijo y sobre temas muy diversos, es autor de diecinueve libros en español:

 

"Tetuán... embujo andalusí" (1997),

"Desde Tetuán, con amor" (2002),

"El cine español y Marruecos. 1903-2003" (2004),

"Divagaciones" (2005),

"El Mogreb Atlético de Tetuán, el mito" (2006),

"Tetuaníes en Madrid" (2008),

"Presencias" (2008),

"Calle del agua", junto con José Sarria, Abdellatif Limani, Manuel Gahete y Aziz Tazi (2009),

"Resonancias" (2009),

"Embajadores de excepción" (2012),

"Zéjeles de las dos orillas", junto con Patricio González y Maria do Sameiro (2013),

"El deporte y el Protectorado" (2013),

"Sibari y nosotros", con Patricio González y José María Cardoso (2014), y

"Réquiem en Tetuán" (2014),

así como de las antologías "La mujer en la poesía hispano marroquí" (2009), "Marruecos en español" (2011), "Recordando a Trina" (2013), "Antología poética Estrechando para la Paz" (2014) e "Hispanismo" (2015), testimonios compendiadores de los cinco Encuentros Hispano Marroquíes de Poesía de Tetuán, de los que Mgara ha sido promotor y coordinador.

 

 

De derecha a izquierda los poetas José María Sánchez Sánchez, Eulogio Díaz del Corral, Ahmed Mohamed Mgara y Llorenç Vidal Vidal en Tetuán, 3 de enero de 2016 (Foto de Saïd Khallouki)

 

El último de sus libros, "Réquiem en Tetuán", que se subtitula Antología 1974-2014, es un compendio globalizador de toda su obra, en prosa y en verso, en el que se expresa su apasionado amor por Tetuán, el de antes y el de ahora, amor que se manifiesta en el contenido y en la dedicatoria, que más explícita no puede ser:

 

"A la gente que amó Tetuán y está lejos.

"A quienes amaron Tetuán sin condición.
"A los que dieron a su Tetuán sin esperar compensación alguna".

 

La primera y más extensa parte de la obra se titula "Epitafios desmembrados" y está formada por un conjunto de estampas que, sobre una base autobiográfica, están rebosantes de emocionados recuerdos, de elementos elegíacos y de sentidas vivencias andalusíes e hispano-marroquíes, como, por ejemplo, los capítulos (¿se les puede llamar capítulos?) dedicados "A mi Málaga volveré...", "Bajo un olivo, llanto por Lorca", "Gibraltar... adoración terrenal" y "Almería, historia de una alcazaba".

 

La segunda parte incluye tres "Relatos" y la tercera, "Versos profanos", comprende veintidós poemas, la mayoría zéjeles de dos mudanzas. La última de las composiciones, "Roble de Carlinda", ha sido musicalizada y cantada por el cantautor algecireño Juanjo Cibaja Peña.

 

En el zéjel "Moriscos" -Mgara es de origen morisco- exclama:

 

"A lomo de olas de incienso
mi barco navega, silencioso".

 

Y en el desgarrador "Quejido en versos" se lamenta:

 

"Nunca fueron poesía mis versos,
son quejidos y arrugas en sus surcos".

 

En el "Prólogo" Patricio González García afirma: "Mgara es la voluntad, el coraje, el afán de luchar, el saber sobreponerse a la desgracia, la capacidad para esperar contra toda esperanza".

 

Y en su introducción "Tres divagaciones de un dolorido enamorado tetuaní" Boujemaa El Abkari, refiriéndose al sustrato autobiográfico de la obra, nos dice: "El escritor-narrador recurre a su infancia para buscar las raíces de esa locura amorosa por su ciudad natal".

 

Sí, una ciudad, Tetuán, la Blanca Paloma, que cautiva a todos los que nos asomamos de ella y que es la inefable musa inspiradora de toda la obra de su juglar enamorado Ahmed Mohamed Mgara.

 

Llorenç / Lorenzo Vidal

 

 

 

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