De Einstein a Gandhi

por

Eulogio Díaz del Corral

El desequilibrio entre Sabiduría y ciencia es en gran parte la causa de la aflicción del género humano. Su confusión es la fuerza motriz que lleva al precipicio y el poder es el guía ciego o falso profeta que hace irreversible el camino hacia la destrucción. Olvidarse de la evolución espiritual desarrollando solamente el conocimiento científico es una grave falta que lleva a errores como la fabricación de la bomba atómica. 

He aquí un ejemplo en el que uno de los principales artífices de la bomba reconoce su error cuando alcanzó cierto nivel espiritual y asimismo propone la vuelta al camino que los grandes Maestros de la Humanidad ya nos habían señalado.

Albert Einstein escribe: "Hemos aprendido, a través de una penosa experiencia, que el pensamiento racional no basta para resolver los problemas de nuestra vida social. La investigación y la labor científica han tenido, a menudo, trágicas consecuencias para la humanidad. Por un lado, han producido inventos que liberan al hombre de una labor física agotadora y hacen su vida más fácil y más rica; pero por otro lado, han introducido una grave inquietud, una profunda desazón en su vida, le han convertido en un esclavo del medio tecnológico y  -lo más catastrófico de todo-  han creado los medios para su propia destrucción en masa. Es realmente una espantosa tragedia".

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